Reqlegechi füw ñi txawün 

Durante el Fin de semana del  7, 8 y 9 de Julio, se llevó a cabo en Puerto Saavedra la Feria de la Lana, evento organizado por el Programa Organizaciones Sociales de la Dirección de Desarrollo Comunitario DIDECO, de la Municipalidad.  

La Feria contó con stand de emprendedoras de la comuna, tejedoras representantes de los Talleres laborales y Agrupaciones, quienes se preparan durante meses, para poder ofrecer genuinos productos hechos a mano, con materiales de la zona, de gran identidad cultural y diferentes técnicas aplicadas en sus tejidos. Además, los visitantes pudieron vivenciar demostraciones en vivo de teñido de lana, exposiciones de técnicas de tejidos, presentaciones artísticas culturales de la Academia de Danza Municipal Antu Liwen, BAFA Ballet folKlórico Municipal de Angol, shows en vivo de artistas locales como La Rancherita del Budi, Kalipso Tropik´l, Victor Emilio, Conjunto Folklórico Ulkantun Newen y un Desfile étnico, de prendas elaboradas por las tejedoras de la comuna. 

Un poco de historia 

Nos remontamos unos años atrás y la Feria tuvo sus inicios julio del 2014, bajo el slogan “Saavedra te abriga” una iniciativa que surgió por parte de las organizaciones de tejedoras locales, quienes vieron una necesidad de exponer sus trabajos a la comunidad y de esta forma poder vender sus productos. Esta importante iniciativa, formó un trabajo colaborativo entre las distintas organizaciones y funcionarios municipales, quienes en todo momento y con mucho entusiasmo brindaron su apoyo para poder hacer de ésta una realidad perdurable en el tiempo, y ya en los años posteriores, se pudieron ver ferias mucho más elaboradas y consolidadas. Sin lugar a duda, se formó una tradición que hasta el día de hoy sigue cada día más firme dentro de la comuna de Saavedra. 

Este 2023, la Feria contó con muestras y venta de distintos productos en base a la lana, noble recurso derivado de la oveja, que por lo demás son criadas con mucho esfuerzo por la gente en terrenos aledaños a la cuenca del hermoso Lago Budi. 

El tejido es un oficio que se remonta a tiempos muy antiguos. En la época precolombina, estas piezas eran elaboradas con múltiples propósitos: vestimenta, ofrenda, forma de tributo, premios, intercambios y su valor estaba a la par con el oro. Estas piezas llenas de arte y significado plasman cultura y lenguaje, es por lo que ciertos dibujos y colores están asociados a pueblos originarios y/o practicas específicas. Las tejedoras de Saavedra, realizan un rescate cultural muy importante al crear vestimentas con significado, aportando a la revitalización de la cultura. 

La tradición del arte textil mapuche, permanece vigente expresando significados tradicionales y valores culturales fundamentales para el Pueblo Mapuche, que hoy en día vive en las ciudades y comunidades rurales. Una prenda textil, constituye un medio artístico imprescindible en la representación de la identidad étnica, porque forma parte de una poderosa red de relaciones sociales y simbólicas propias de las culturas. Aunque se trata de una tradición precolombina, con la llegada de los españoles la textilería mapuche vivió un proceso de mestizaje, que se expresó en la sustitución de pelo de camélidos por lana de oveja, pero la técnica original de tejido en Witral se conserva hasta hoy. Se trata de piezas textiles cargadas de ñimin, las figuras que guardan significados propios de la cosmovisión en manos de mujeres. El tejido es para las lamien una forma de comunicación milenaria, mencionando que existe evidencia en la cultura mapuche y sus antecesoras, de que existía conocimiento previo a la llegada de los españoles, sobre técnicas textiles. Pero no fue hasta que se introdujo la oveja, cuando la manufactura de tejidos llegó a su auge; la oveja era y sigue siendo la materia prima por excelencia y los tejidos el soporte entre una comunidad y otra.  

 Algunas de las tejedoras más antiguas, cuentan que todo lo aprendieron de “llallén kuzé”; una araña vieja y sabia que decendía de por el fuego toda vez que una lamien llega a la adultéz, para dotarla del kuzaw para un buen tejer. Sólo mediante este oficio, pueden dar ciertos pasos en la vida, una joven mapuche no puede casarse sin antes aprender a tejer un pontro o frazada y dependiendo de la dificultad de la pieza, será el escalafón social de su autora, siendo el más alto la elaboración de un Traikan makuñ o manta de lonko, pieza tradicional de uso masculino. 

Esta 7ma versión, estuvo cargada de actividades, que emocionaron a los visitantes. El Alcalde de la comuna Juan Paillafil Calfulén, quien estuvo presente en la Inauguración, se refiere a la organización de este evento, que agrupa a grandes mujeres representantes de los Talleres laborales y Agrupaciones comunales, que con esfuerzo se prepararon para este fin de semana. “Principalmente queremos promocionar todos los productos de la lana, pero también hemos incorporado otro tipo de emprendedores, como Alexis Santibañez, con movilidad reducida debido a un accidente, quien crea productos de metal de manera muy linda y esta presente hoy con sus productos. Felicitar y agradecer a nuestras emprendedoras y artesanas, por que finalmente no es solamente tejido y lana, hay que lavar lana, teñirla y tejer, es todo un arte que no debemos perder por que esto se viene haciendo y transmitiendo de generación en generación. Así que felicitar y reconocer el trabajo de nuestras artesanas. Cada año tratamos de incorporar a más gente, también de apoyar a nuestra gente, capacitarla para que mejoren su arte y por otro lado, para que más mujeres puedan incorporarse en este trabajo y puedan generar ingresos que a veces cuesta en esta comuna, que no tiene empresas grandes, entonces hay que crear su propio trabajo. Además, vemos que cada vez más gente nos visita por el turismo, así que nuestras emprendedoras pueden vender un recuerdo, sus productos y esto es lo que buscamos como Municipio. Comentar además, que los talleres laborales inicialmente, nacen de hacer vida comunitaria entre las mujeres tejedoras, en reunirse, agruparse y construir prendas para ellas mismas, posteriormente se ve la necesidad de reactivar los talleres durante este periodo de invierno, porque nos dimos cuenta que uno de los grandes problemas de estos talleres, era que no tenían puntos de ventas para ofrecer sus productos, naciendo así la idea de hacer en esta época una feria para mostrar a nuestra gente de la comuna, región y el país el trabajo de las tejedoras y que ellas puedan vender y mostrar a los visitantes sus creaciones”. 

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